
Algunas de las consecuencias causadas por la falta de elementos en nuestro cuerpo son:
Oxígeno:
1.- Alteraciones Cerebrales. Las células cerebrales mueren sin oxígeno, causa problemas mentales como confusión y pérdida de memoria a largo plazo, sensación de hormigueo en los dedos y tos crónica.
2.- Falta de aliento. Es un indicador de saturación de oxígeno baja. El enfisema y la bronquitis asmática crónica son dos ejemplos de este tipo de enfermedades pulmonares que evitan que llegue suficiente cantidad de oxígeno al flujo de sangre. Una saturación de oxígeno baja continua puede dañar de manera permanente la capacidad del cuerpo para respirar.
3.- Insuficiencia de Energía. Una saturación de oxígeno baja le quita a las células su fuente de energía. La fatiga, el aletargamiento y la debilidad muscular son síntomas de falta de energía.
Azufre: retardo en el crecimiento debido a su relación con la síntesis de las proteínas
Zinc: produce retraso del crecimiento, alteraciones inmunitarias, afecciones cutáneas, problemas de aprendizaje y anorexia, puede afectar el crecimiento intrauterino fetal.
Magnesio: aparición de calambres, debilidad muscular, náuseas, convulsiones, fallas cardíacas y también la aparición de depósitos de calcio en los tejidos blandos.
Potasio: debilidad muscular, náuseas, vómitos, irritabilidad y hasta irregularidad cardíaca.
Hierro: puede producir mala síntesis proteica, deficiencia inmunitaria, aumento del ácido láctico, aumento de noradrenalina, menor compensación de enfermedades cardiopulmonares y anemia.
Cobre: anemia, defectos esqueléticos, lesiones cardiovasculares.
Fósforo: decaimiento, debilidad, temblores y disartria.
Flúor: incrementa la caries dental y alteraciones de la estructura ósea.
Calcio: su deficiencia provoca osteoporosis y en exceso hipercalcemia